miércoles, 30 de enero de 2013

Cuando menos te lo esperas

Queridas princesas y principesos:
Hay una escena en la película Cuando menos te lo esperas, de Diane Keaton y Jack Nicholson (creo que el que hace de doctor es Keanu Reeves), que siempre me ha encantado.
Están él y ella haciendo tortitas por la noche, cuando se ponen a hablar de lo que opinan el uno del otro:

J- Eres una mujer fuerte.
D- Aaaaah
J- No me gusta que evalúen mi opinión.
D- Vale, perdona.
J- ¿Sabes a qué me recuerdas? A esos enormes retratos que cuelgan sobre las chimeneas. Hay palabras que parecen especialmente hechas para mujeres como tú.
D- ¿Cómo cuales?
J- Inflexible y.... Inaccesible.
D- ¿Te parezco inhumana?
J- No, me pareces formidable.
D- ¡Ya! Y fría y distante ¿cómo si estuviera en un cuadro?
J- En absoluto, pero me parece que usas tu fuerza para distanciarte de los demás. Pero es emocionante ver que cuando bajas la guardia no estás tan alejada. Esa es para mi tu combinación ganadora, tu mejor cualidad, en serio.
D- ¿Sabes? Dios... No tengo claro si me odias o si eres la única persona que sabe en realidad como soy.
J- Yo no te odio.

Más adelante, hay otro momento en él que él le dice que es tan dura consigo misma como con los demás.
Debeis pensar que estoy loca, pero... No lo estoy. Siempre me ha gustado esta escena, porque... Supongo que me identifico con ella. Dicen que es fácil ver la paja en el ojo ajeno, pero sé que habitualmente trato de ser distante, y suelo ser más inflexible conmigo misma que con los demás. Puede que sea porque no quiero depender de nadie; porque tampoco he encontrado a alguien en quien apoyarme realmente...
En fin, como os decía el primer día, a veces divago sin un rumbo fijo, y seguramente no me entenderéis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario