No estoy muerta, sigo viva (por suerte o por desgracia). Ayer no os escribí porque llegué tarde a casa y me dio pereza encender el pc, pero llevo pensando en lo que quiero contaros desde que entré ayer en el gym.
Hace unos cuantos post, os conté que uno de los mejores momentos del día, había sido ducharme tomándome mi tiempo mientras escuchaba No body is home de Avril Lavigne. Bueno, hoy os quiero hablar de mi momento favorito del día, pero no del día de hoy, sino de todos los días. Es ese momento en el que me acabo de levantar con la luz que entra por mi ventana, la casa está vacía y me dedico a leer twitter en mi blck berry mientras me tomo el café y todo a mi alrededor está en silencio. Me transmite una sensación de paz y tranquilidad... Difícil de reflejar en palabras, pero que de verdad es increíble. Es MI momento.
También quería hablaros de otras cosas. Una vez oí a un hombre muy inteligente decir que las personas se enamoran de personas con su misma nota en el físico; los ochos con los ochos, lo cincos con los cincos... Pero que puede haber cierta tolerancia en la diferencia de nota si hay dinero o embarazos de por medio. La verdad es que no sé qué nota soy, pero no creo que sea na demasiado alta. Eso me llevó a plantearme si los hombres nos prefieren maquilladas o naturales. Una vez un chico me dijo que me prefería natural, porque esa era la chica que le gustaba, aunque maquillada también estaba guapa. Entonces pensé en mi futuro marido. Yo siempre digo que mi marido tendrá que ser un hombre rico, guapo y si eso buena persona, en ese orden. Lorena (mi psicóloga) me dijo que tenía un pensamiento demasiado adulto para mi edad, y que por eso me convendría salir con chicos más mayores que yo, pero que ella también tenía esas espectativas 6 años después de que haya fallecido su primer marido, y que hacía bien en tener el listón alto.
Creo que Lorena y yo tenemos muchas cosas en común, y hasta ella se ha dado cuenta; es como ir todos los viernes por la mañana a hablar con una amiga, solo que es raro, porque cuando pasa una hora la pago, y me recuerda a un burdel... La verdad es que me está ayudando bastante más que Victoria (la psicóloga a la que fui hace unos años), pero el miercoles quiere hablar con mis padres. Es la primera vez que los ve, y me alegro, pero no sé si estoy completamente preparada para que se conozcan. Sé que hay confidencialidad en lo que yo le he dicho, pero aún así...
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